Transición hasta la época moderna:
Durante los siglos XVII, XVIII Y XIX las islas sufrieron de otras tentativas de invasión -turcos en Lanzarorte y Sir Robert Blake en Tenerife-. También sufrieron de otros azotes como epidemias de peste, sequías y hambrunas que diezmaron de forma considerable la población isleña sobretodo en las islas de Fuerteventura y Lanzarote. Erupciones volcánicas principalmente en la isla de Tenerife como la de Garachico a finales del S.XVIII -la última erupción en las islas es la del volcán de Teneguía en el año 1971-. A esto hay que unir un gobierno colonial en el que legislaban jueces prevaricadores, y dominaban déspotas generales que hacen suponer que el Siglo de Oro español no tuvo su máxima expresión en Canarias.
Sin embargo el panorama de Gran Canaria y Canarias en general mejora considerablemente con la instauración de los puertos francos a mediados del S. XIX. Un régimen especial económico instaurado para mejorar las relaciones comerciales del archipiélago canario. Las exenciones fiscales y facilidades para el libre comercio, actúan como el mejor atractivo para que el número de barcos ingleses y compañías navieras que recalan en las Islas se multipliquen. Ese tráfico de barcos fue precisamente el causante de que en Gran Canaria se desarrollase la actividad turística, que con el transcurrir de los años se convertiría en la principal fuente de ingresos de la Isla y la colocaría como uno de los principales destinos turísticos del mundo. A partir de la segunda mitad del siglo XIX, Gran Canaria comenzó a popularizarse entre los europeos como centro de descanso para turistas y enfermos, lo que fue aprovechado por las compañías navieras que, en sus desplazamientos, acomodaron camarotes para viajeros. Así se crean también los primeros hoteles en la isla, como el Santa Catalina en 1890 -el único de aquellos primeros hoteles abierto en la actualidad-. Así se iniciaría la actividad turística que domina la economía de Gran Canaria en la actualidad.
Esa incipiente actividad turística se vería interrumpida en pleno S. XX por las dos guerras mundiales y no sería ya hasta la década de los 60 cuando el turismo comienza a desarrollarse en toda su extensión en la isla de Gran Canaria. El primer vuelo chárter que aterriza en la isla sucedería en la navidad de 1957, un avión de la compañía sueca Transair AB con sus 54 plazas ocupadas. Con ello Gran Canaria se iniciaba en el turismo organizado de masas y en el negocio turístico moderno.
Fuente:http://www.laguiadegrancanaria.com/datos/historia.php
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