miércoles, diciembre 23, 2009

Helado con Bienmesabe


Ingredientes 1/2 Kg. de almendras, ¾ Kg. de azúcar, 3 yemas de huevo, ½ litro de agua, canela molida y limón verde rallado. Preparación 1. Se hace un almíbar diluyendo el azúcar en el agua caliente y se le añaden las almendras peladas y molidas, la canela y la ralladura de limón. 2. Se pone al fuego lento, removiendo sin parar, hasta que quede bien espeso y se deja enfriar.



3. Cuando esté frío le añadimos las yemas batidas, sin dejar de remover, y se coloca nuevamente al fuego hasta que hierva. 4. A la hora de servir, colocamos en un plato dos bolas de helado de los sabores que se quiera y se riega con el bienmesabe ya frío. El biénmesabe puede acompañar también al flan u otro postre. Fuente:Recetas Canarias

domingo, diciembre 20, 2009

Guagua Turística de Las Palmas de Gran Canaria


La Guagua Turística es una de las mejores alternativas para conocer la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria en un solo día.

Presta sus servicios de lunes a sábado y comienza a las 9.30 horas y termina a las 17.45. Cada 30 minutos parte una unidad desde el Parque Santa Catalina. El ticket -que se puede adquirir en la propia guagua- vale para todo el día y permite subir y bajar libremente en las paradas.

Las Rutas son las siguientes:

Parque Santa Catalina - Auditorio Alfredo Kraus

La guagua turística parte del Parque Santa Catalina y avanza por León y Castillo hacia la Avenida José Mesa y López. Deja atrás el barrio comercial para adentrarse en Guanarteme y llegar hasta el Auditorio Alfredo Kraus, situado en el extremo noroeste de la Playa de Las Canteras. En este punto, se puede bajar para visitar el edificio, singular construcción del arquitecto Óscar Tusquets, y el entorno privilegiado de Las Canteras en el que se encuentra enclavado.
Auditorio - Hotel Santa Catalina

Una de las panorámicas de la ciudad que se puede ver desde la zona de Ciudad Alta, durante el recorrido de la Guagua Turística / Foto: Marcos de Rada.Después, la siguiente guagua, tomará el camino de la circunvalación para subir a la Ciudad Alta y ver una panorámica de la capital grancanaria desde el paseo de La Cornisa. De regreso a la Ciudad Baja, la guagua se adentra por Ciudad Jardín hasta el Hotel Santa Catalina, obra del arquitecto Miguel Martín Fernández de la Torre. Aquí se puede visitar el entorno del hotel. Junto a él se encuentra el Pueblo Canario, conjunto de construcciones, con galería comercial, restaurante y ermita. El Pueblo Canario es también obra de Miguel Martín y de su hermano, el pintor Néstor, cuyo museo se encuentra también en este lugar.
Hotel Santa Catalina - Vegueta

Ermita de San Antonio Abad, en Vegueta / Foto: Gerardo Ojeda.La ruta prosigue por la Avenida Marítima, con parada en la Estación de Guaguas. Continúa el recorrido hacia la Autovía del Centro, donde cambia de sentido en la entrada a El Batán.

En el recorrido de regreso, la siguiente parada es ante el Teatro Guiniguada, donde se puede bajar para pasear por el barrio de Vegueta, el conjunto de la catedral y los museos de la zona -el Museo Canario, la Casa de Colón, el Centro Atlántico de Arte Moderno y el Museo de Arte Sacro-. También se puede optar por cruzar el barranco e ir hacia Triana.
Vegueta - Castillo de La Luz - Parque Santa Catalina

De nuevo en la guagua, las siguientes puntos del recorrido de regreso están el Muelle Deportivo y en el Club Náutico, lugar de bajada si se quiere visitar la zona comercial de Mesa y López. Continuar supone llegar, pasando por la trasera del Parque Santa Catalina, hasta el Castillo de La Luz, primera edificación de carácter defensivo que se construyó en la ciudad (1494) una vez terminada la conquista de Gran Canaria. Durante años fue la única defensa de Las Palmas de Gran Canaria de los ataques de piratas, hasta que a lo largo del siglo XVI se fueron construyendo las demás fortificaciones.

Tras esta parada, la guagua regresa al Parque de Santa Catalina por Juan Rejón y Albareda.
Fuente:Las Palmas de Gran Canaria

domingo, noviembre 22, 2009

La Sima de Jinámar


En los libros de Historia, Canarias siempre ha sido mencionada como el lugar donde se planificó el ataque contra la Segunda República y desde el que partió Franco hacia Marruecos y posteriormente a la Península. Sin embargo, no sólo fue el lugar de paso de los Falangistas. Las acciones represivas alcanzaron en las islas un gran despliegue que contribuyó a crear un clima de miedo y terror generalizado en la población.

Es aquí donde entra en escena La Sima de Jinámar, un profundo tubo volcánico situado en el municipio de Telde, en la isla de Gran Canaria.


La historia que se escribió en este lugar durante la Guerra Civil y posteriormente en la dictadura Franquista es desgarradora. A través de él fueron arrojados tanto vivos, como muertos, un número de personas que aún hoy es incalculable.

Entre la población de la isla de Gran Canaria, existe infinidad de relatos de gente, que cuentan como sus seres queridos fueron desapareciendo durante los años de la represión Franquista. El relato que cuenta Pedro Guerra en su vídeo se refiere al luchador grancanario José Santana Florido, una de las muchas personas que allí perecieron.

Con el temor a una investigación de los hechos por parte de los Aliados en una hipotética victoria en la Segunda Guerra Mundial, las autoridades franquistas de Gran Canaria comenzaron a utilizar la Sima de Jinámar como vertedero municipal, donde se llegaron a verter miles de toneladas de basura y escombros. Incluso se llegó a dinamitar su interior. Lo mismo ha sucedido en otros tantos lugares de exterminio franquista.

La Sima de Jinámar y la Marfea son lugares destacados de nuestra memoria reciente. Sin embargo, la Sima se encuentra en el abandono más absoluto, y con varias amenazas ambientales muy próximas, pese a su condición de Bien de Interés Cultural con la categoría de Sitio Histórico. La Marfea, por su parte, corre el riesgo de ser olvidada socialmente y fagocitada materialmente por la expansión de la vía de acceso a Las Palmas de Gran Canaria por el Sur.


La sima de Jinámar:


Forma parte de la Historia de Canarias como escenario de hechos singulares. Integra nuestra cultura, es parte de nuestra Memoria Colectiva.

Está relacionada con la presencia de misioneros mallorquines que coexistieron con los aborígenes de Telde, induciendo su evangelización

Tiene que ver con el proceso de desarticulación de la sociedad aborigen y la incorporación de Gran Canaria a la sociedad europea del Renacimiento.


Para el mundo prehispánico es un elemento volcánico con significado en su “visión del mundo” (cosmogonía) como “canales de comunicación con espíritus negativos”

Simboliza, primero, la liberalización de los “extranjeros” (mallorquines despeñados por la sima) y en el siglo XX se convierte en símbolo de la represión fascista.

Muchas personas sienten una vinculación personal con la sima, bien directa, por haber sido protagonistas de la etapa de represión franquista, bien indirecta, por herencia de una tradición familiar que ha pasado viva a las generaciones posteriores.


Mas información en:
LaSima de Jinamar ó Me llamo Adrián.Com


viernes, octubre 23, 2009

José Luján Pérez


José Luján Pérez nació en el guiense pago de Las Tres Palmas. Hijo de labradores acomodados, desde pequeño mostró un especial interés hacia la escultura, llegando a reproducir en madera la imagen de San Bartolomé de Moya.[3] Fue hombre de temperamento pasional y de profundos sentimientos religiosos, los cuales se ven reflejados en sus imágenes.[4] Fue un gran alumno que aprendía con facilidad, llegando a sobrepasar en habilidad y conocimientos a sus maestros. Ya adulto, Luján crea su propia escuela y enseña a muchos de los que se llamarían sus discípulos. Trabajó para todo el Archipiélago Canario, pero quizás sus obras maestras se encuentran en la Catedral de Canarias: el Santísimo Cristo de la Sala Capitular, obra que encumbró a Luján como escultor y considerada la de mayor calidad técnica; la Virgen de los Dolores de Luján; y otras tallas como Santa María de la Antigua, San José, el Apostolado del cimborrio y el bajorrelieve en mármol de la fachada posterior que representa a Santa Ana y la Virgen. También cabe destacar la talla de candelero de la Virgen de los Dolores que se encuentra en la Iglesia de Santiago de los Caballeros de la ciudad de Gáldar. Su obra, de imaginero religioso, acusará influencias del barroco y rococó, y realizará esculturas para distintas iglesias de Canarias, especialmente en Gran Canaria y Tenerife. Dominaba la talla de madera y el plegado de paños, y ponía en ella toda la suavidad y delicadeza de los escultores levantinos. Su trabajo quedaba perfeccionado bajo la copa ligera del policromado. Catedral de Canarias, templo donde Luján Pérez intervino como arquitecto y escultor.



Algunas de sus obras más importantes fueron creadas por encargo para las procesiones de Semana Santa de las islas: Cristo de la Vera Cruz; el Cristo de la Columna de la Basílica de Nuestra Señora del Pino de Teror; el Conjunto del Cristo de la Caída; Simón Cireneo; Nuestra Señora de Los Dolores del "Miercoles"; Santa Verónica y San Juan Evangelista de la "Procesión del Encuentro" de la Iglesia de Santo Domingo de Las Palmas de Gran Canaria; la Oración en el Huerto de la Iglesia de San Francisco de (Las Palmas de Gran Canaria) y la del convento de Santa Clara de La Laguna; la imagen de la Virgen de Los Dolores de la Iglesia de La Concepción de La Laguna, también conocida como "La Predilecta", porque era la obra preferida de este imaginero; busto de San Juan Evangelista de la Parroquia de La Concepción de La Orotava; San Juan Evangelista de las iglesias de San Agustín y de San Francisco de Las Palmas; imagen de Santa Catalina Mártir de Alejandría (Tacoronte); el Santísimo Cristo predicador de la Iglesia de Santo Domingo del Barrio de Vegueta de la capital grancanaria, San Pedro Penitente de la Iglesia de San Francisco de Las Palmas. Santísimo Cristo de la Sala Capitular (Las Palmas de Gran Canaria) que preside la Sala Capitular de la Catedral de Canarias y es obra de José Luján Pérez. Para la Parroquia Matriz del Apóstol Santiago de Los Realejos, talló un Cristo de tamaño académico, menor del natural, destinado a coronar el manifestador del Altar Mayor. Luján sentía gran predilección por las "Dolorosas" y Los Crucificados. Realizó casi una veintena de ellas, repartidas por todas las islas. En la construcción de la Catedral de Canarias trabajo como arquitecto con Diego Nicolás Eduardo, quien a su muerte le dejó al frente de la Catedral. A Luján se debe a la obra bellísima del trascoro. Asímismo Luján también contribuyó como arquitecto en la Catedral de La Laguna. Luján Pérez dejó bastantes discípulos y se puede decir que aún la tradición imaginera de las islas se alimenta de ella. Entre ellos el orotavense Fernando Estévez del Sacramento y el Morenito. En los últimos años de su vida, se retira a Santa Brígida (Gran Canaria)) por problemas de salud, y muere el 15 de diciembre de 1815 a los 59 años de edad. El nombre de José Luján Pérez constituye una referencia obligada en el marco de los estudios de la plástica canaria, ya que participa en una etapa trascendental para la evolución del arte en estas islas

jueves, octubre 22, 2009

Endechas Guanches


En 1590, el ingeniero lombardo Leonardo Torriani (ca. 1560-1628), enviado a Canarias por Felipe II para proyectar las defensas del Archipiélago, termina y envía a la corte hispana el resultado final de su inspección, un manuscrito que titula Descripción e Historia del reino de las Islas Canarias antes Afortunadas, con el parecer de sus fortificaciones. La obra compendia gran parte del conocimiento etnohistórico que entonces tenían los colonizadores europeos acerca de la población insular y sus costumbres. Entre otros valiosos informes que aporta, transmite las dos únicas muestras de composiciones poéticas o musicales isleñas que han llegado hasta nosotros. Se trata, claro, de piezas ya muy tardías e influidas por la nueva cultura instalada en las Islas, pero aun así retienen una imagen etnolingüística muy interesante de aquel pasado.

Todo parece indicar que estas canciones de lamento y tristeza, llamadas endechas, se realizaron durante un tiempo tanto en castellano como en amazighe insular. En realidad, da la impresión que esas composiciones romances se reencuentran en el Archipiélago con la porción norteafricana de su herencia andalusí que también habitaba en Canarias. En todo caso, más allá de conjeturas difíciles de rastrear, la estructura, la inspiración y el contenido de estos dos ejemplos líricos que suministra Torriani destilan elementos reveladores de una identidad, así como de una época de transición y convivencia entre flujos culturales y humanos diferentes.

De forma un tanto abrupta, mientras repasa las características, hábitos y creencias de los antiguos gomeros (en el capítulo LIX), el ingeniero cremonés se detiene a evocar las creaciones poéticas isleñas. De ellas, destaca la influencia de su «tono lamentoso» en ciertas melodías europeas y en las endechas hispanas. A modo de ejemplo, vierte al italiano una par de estrofas castellanas, junto a las que añade, de pronto, las piezas insulares en lengua amazighe, una que adscribe a la isla de Canaria y otra a la de El Hierro. Y, a partir de aquí, retoma la narración etnográfica que venía dedicando a la sociedad gomera.

La reproducción de los versos es bastante fiel al original nativo, pero las traducciones, que quiere presentar como literales, sólo recogen el sentido general de las composiciones..

He aquí el texto de ambas obras [Torriani (1590: 82r) 1940: 180-182]:

Endecchia Canaria

Aicà maragà, aititù aguahae
Maicà guere; demacihani
Neigà haruuici alemalai.




Endecchia del Ferro

Mimerahanà, zinu zinuhà;
Ahemen aten haran huà,
Zu Agarfù fenere nuzà.

Con diferencia, Torriani copia mucho mejor la primera endecha que la segunda. Quizá en esta circunstancia influya la temprana ocupación europea de la isla de El Hierro (1405), casi doscientos años antes de terminar su Descripción, lo que no debió favorecer una conservación perfecta del poema. En cualquier caso, y pese a las dificultades puntuales con las que pueda tropezar el análisis filológico, lo cierto es que el sentido de ambas piezas ofrece pocas dudas:

Endecha canaria

¡Oh, huésped, el duelo compartimos!
Muerta es la madre y vencidos somos;
Preciso es que matrimonio hagamos.

Endecha del Hierro

¿A qué nos liga traer y llevar
el agua, la leche y el pan,
si Agaraf no me quiere mirar?

Pero, más allá de la textualidad de las estrofas, salta a la vista que la interpretación tampoco resulta tan clara en un caso y en otro.

En principio, la canción herreña expone un sencillo asunto amoroso: un chico, Agaraf, entrega obsequios rituales a una muchacha para solicitarle un compromiso; pero no parece que lo haga por propia iniciativa, pues evita mirarla. Que el entorno familiar o social sea quien impulse el acto, no constituye un episodio tan significativo. Pero la presentación de los tres productos citados, agua, (recipiente de) harina y leche, comporta una carga simbólica evidente: el agua como principio vital y vínculo con la naturaleza; la leche como substancia que nutre un hermanamiento o identidad compartida; y la harina como el alimento social o expresión del trabajo humano. En suma, una fórmula ceremonial que reúne toda una concepción de la vida en sociedad.

Por el contrario, la endecha canaria presenta implicaciones más complejas. Dos grupos étnicos, cuyas condiciones socioculturales se han visto radicalmente alteradas, consideran la posibilidad de estrechar lazos a través de una alianza matrimonial. El anfitrión, la población amazighe de la Isla, para preservar su continuidad en la nueva sociedad colonial, ofrece un pacto al grupo foráneo. Pero, ¿a cuál? Las hipótesis están abiertas, porque el poema no brinda ninguna pista segura. La formulación literal del segundo verso («tu madre está muerta; el cuello ha entregado la sangre»), induce a pensar que la oferta se realiza a cualquiera de las minorías étnicas que, perseguidas en Europa por aquel entonces (siglos XV y XVI), encontraron asilo en el Archipiélago. Los Reyes Católicos, por ejemplo, expulsaron a los judíos de España en 1492. Pero tampoco esta incógnita será fácil de cerrar…

Autor: Ignacio Reyes
Fuente:
Mundo Aborigen
NOTA: Recomiendo encarecidamente la visita a la Página Fuente (Mundo Aborigen) por su gran cantidad de información relacionada con nuestros origenes y cultura.

Los Primeros Canarios eran Bereberes


Un estudio genético elaborado por un equipo de investigadores españoles y portugueses ha venido a confirmar la teoría del origen bereber de los primeros pobladores canarios.


Sin embargo, los resultados también arrojan nuevas conclusiones, como el hecho de que la aportación europea a la población canaria actual procede, fundamentalmente, de los varones, mientras que en los linajes maternos hay una mayor presencia del origen norteafricano, lo que indica un alto grado de uniones entre hombres europeos y mujeres guanches.

El estudio, elaborado por investigadores de la Universidad de La Laguna (ULL), del Instituto de Patología e Inmunología Molecular de la Universidad de Porto (Portugal) y del Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Santiago de Compostela, realiza un análisis genético molecular del cromosoma Y, transmitido sólo por los varones y presente en los restos dentales humanos de la población aborigen canaria, para determinar su origen y su pervivencia en la población actual. Hasta ahora sólo se había estudiado el ADN mitocondrial, que refleja la evolución de los linajes maternos.



“Mientras los linajes maternos aborígenes han sobrevivido con un ligero descenso, los paternos han disminuido progresivamente, siendo reemplazados por linajes europeos”, asegura Rosa Fregel, autora principal del estudio, publicado recientemente en BMC Evolutionary Biology, e investigadora del Departamento de Genética de la ULL.



Los expertos también han analizado una muestra histórica de la iglesia de La Concepción (Tenerife) datada en los siglos XVII y XVIII. Con esos datos, han establecido el impacto de la colonización europea y del tráfico de esclavos de origen africano, y han determinado la evolución de los linajes paternos en los aborígenes canarios desde la época prehispánica hasta la actualidad.



Aunque ahora la aportación europea es mayoritaria, los científicos afirman que las aportaciones norteafricanas y subsaharianas fueron mayores en los siglos XVII y XVIII. La explicación de la diferencia entre los linajes de hombres y mujeres canarios surge a raíz de las diversas aportaciones de las poblaciones parentales, y sobre todo por la colonización europea.



Durante este periodo, las uniones entre hombres y mujeres se producían más entre hombres ibéricos y mujeres aborígenes, “debido a la mejor posición social de los primeros comparados con los varones aborígenes”, aclara Fregel. A esto se añade la mayor mortalidad sufrida por los varones canarios prehispánicos, que fueron desplazados y discriminados por los conquistadores. “No sólo en la Conquista de la Corona de Castilla en el siglo XV, sino tras ella”, asegura la científica.



En el caso de los linajes subsaharianos, ambos sexos fueron discriminados por igual, “y tanto los linajes maternos como los paternos han disminuido hasta la actualidad”, añade la investigadora.



Un estudio previo del cromosoma Y en la población canaria actual demostró el impacto de la colonización europea sobre la población masculina canaria. “Al estimar la proporción de linajes europeos presentes en la actual población canaria, se encontró que representan más del 90 por ciento”, señala Fregel. Sin embargo, los estudios del ADN mitocondrial en la población actual demostró una notable pervivencia de linajes aborígenes, donde la aportación europea es de entre un 36 y un 62 por ciento.



La contribución ibérica y europea al patrimonio genético masculino de Canarias aumentó desde el 63 por ciento durante los siglos XVII y XVIII hasta el 83 por ciento en la actualidad. Paralelamente, los genes de aborígenes varones disminuyeron del 31 por ciento al 17 por ciento, y los de los subsaharianos, del 6 al 1 por ciento.



En cuanto a las mujeres, la aportación europea es más constante, ya que ha pasado del 48 al 55 por ciento y la aborigen del 40 al 42 por ciento. Sólo se muestra un descenso en la aportación genética de las subsaharianas del 12 al 3 por ciento en los últimos tres siglos.

Fuente:
Canarias 24 H.

lunes, octubre 19, 2009

Momificación


La momificación es uno de los aspectos más populares de la Historia Antigua de Canarias. Desde los tiempos de la Conquista hasta la actualidad, las momias guanches han servido de reclamo para investigadores y curiosos.

Sin embargo, la difusión del fenómeno no ha sido siempre positiva. A menudo se ha tratado el tema desde una perspectiva algo simplista, probablemente con el objetivo de facilitar su divulgación y hacerla más atractiva.

Esa falta de rigor a la hora de abordar una materia que sigue siendo objeto de estudio ha favorecido la proliferación de algunas creencias erróneas, que no han hecho más que distorsionar la percepción que se tiene del fenómeno. Un fenómeno que, limpio de mitos, seguirá siendo uno de los mayores alicientes del pasado de las Islas.

¿Dónde y a quién?

A menudo se ha dicho que la momificación se llevaba a cabo en todas las islas del Archipiélago, pero, en realidad, solo puede asegurarse su presencia en dos de ellas: Tenerife y Gran Canaria. En otros lugares, concretamente en las islas occidentales de El Hierro, La Gomera y La Palma, solo se han conservado algunos restos de tejidos blandos, cuya preservación pudo ser casual, a consecuencia de unas condiciones naturales favorables, como lo son la ausencia de humedad o la influencia de las brisas.




También goza de buena salud la creencia en que las técnicas de conservación se practicaban a la totalidad de los cadáveres, cuando todo parece indicar que la momificación se reservaba a una parte minoritaria de la población, la clase dominante: la nobleza. Los demás individuos, el pueblo llano, eran sepultados sin haber sido sometidos a ningún proceso especial de conservación.

¿Momias o xaxos?

Tal vez lo que más ha favorecido la distorsión del fenómeno de la momificación en Canarias ha sido el uso habitual de la palabra ‘momia’ para referirse a los cadáveres mirlados. A menudo, la utilización de vocablos de origen egipcio nos ha llevado a confusión, incluso ha favorecido la elaboración de ciertas teorías transculturales de dudosa consistencia.

La palabra ‘momia’ proviene del árabe ‘mumiya’ (‘betún de embalsamar cadáveres’) y ésta del persa ‘mum’ (‘cera’). Los antiguos egipcios extraían del Mar Muerto el betún de Judea o asfalto, y lo utilizaban durante el proceso de embalsamamiento de los cuerpos eviscerados. Por extensión, el término ‘momia’ se acabó utilizando para referirse a la totalidad del cuerpo embalsamado.

La Real Academia Española acepta el uso del vocablo para referirse a cualquier cuerpo que, de forma natural o artificial, se deseca sin llegar a entrar en putrefacción, pero, si abordamos el asunto desde un punto de vista etimológico, el uso de la palabra ‘momia’ en Canarias no tiene demasiada justificación. Además, sabemos que los guanches tenían un nombre concreto para referirse a sus cuerpos momificados: ‘xaxo’ (‘enjuto, desecado’).
Con el objetivo de evitar más confusiones, tal vez lo más conveniente sería usar el término ‘xaxo’ para referirnos a los cadáveres desecados, y el de ‘mirlado’ para hacer referencia al proceso de conservación de los cuerpos llevado a cabo entre los antiguos pobladores amazighes de algunas de las islas de nuestro Archipiélago, dejando los vocablos ‘momia’ y ‘momificación’ para el ámbito egipcio.
Fuente:
Mundo Guanche

domingo, octubre 04, 2009

Fernando León y Castillo


Fernando León y Castillo, Marqués del Muni (*Telde, Gran Canaria (Islas Canarias), 30 de noviembre de 1842 - † Biarritz (Francia), 12 de marzo de1918). Abogado, político y diplomático español, que impulsó decididamente la intervención española en el Norte de África y fue ministro de Ultramar durante el reinado de Alfonso XII y ministro de Gobernación durante la regencia de María Cristina de Habsburgo-Lorena.

Estudió Derecho en Madrid y colaboró en publicaciones liberales en los últimos años del reinado de Isabel II. Tras la Revolución de 1868 fue nombrado gobernador civil de Granada y Valencia.

Elegido diputado a Cortes por Gran Canaria, en 1871, y más tarde senador, en 1874 accedió a la Subsecretaría de Ultramar.


Tras la Restauración y con Sagasta fue ministro de Ultramar entre el 8 de febrero de1881 y el 9 de enero de 1883. Promovió las obras de construcción del Puerto de La Luz en Las Palmas de Gran Canaria, capital de su isla natal, al que intuyó como uno de los de mayor porvenir del Atlántico. Gracias a su labor se contruyeron carreteras en las islas Canarias, el faro de Maspalomas y el lazareto de Gando, éstos últimos obras emblemáticas en Gran Canaria. También se crearon los correos interinsulares, conocidos como correillos, pequeños barcos de vapor que venían a comunicar las Islas Canarias entre sí. Posteriormente, el 10 de octubre de 1886, León y Castillo se haría cargo del ministerio de Gobernación pero sólo durante un año, puesto que el 12 de noviembre de 1887 sería nombrado embajador en Francia, puesto que ocuparía con intermitencia hasta el fin de su vida.

Hábil negociador, sus gestiones desembocaron en el Tratado de París (1890), que reconocía los dominios de España en el África occidental. Por estos logros y como reconocimiento a su brillante trayectoria política, doña María Cristina de Habsburgo-Lorena, Reina Regente de España, concedió a León y Castillo en 1900 el título de Marqués del Muni.

Aun así, León y Castillo prosiguió con su labor política redactando, en torno al año 1902 el borrador de lo que vendría a ser un nuevo tratado franco-español que ampliaba los dominios españoles en Marruecos, incluyendo el área de Fez. Sin embargo, las dilaciones liberales y el escepticismo de Maura retrasaron la firma de este acuerdo hasta 1912, con resultados mucho más modestos.

Participó en la Conferencia de Algeciras (1906) y defendió la política neutral española durante la Primera Guerra Mundial.

En marzo de 1918, Fernando León y Castillo, siendo embajador, moriría en la localidad francesa de Biarritz. Diez años más tarde, en 1928, sus restos serían trasladados a la isla de Gran Canaria que le viera nacer. A su llegada, fue recibido por una multitud agradecida que le aguardaba en el mismo muelle que él mismo promovió. Desde entonces descansa en el mausoleo que se le erigió en el interior de la Catedral de Las Palmas de Gran Canaria.

Casa Museo León y Castillo


La Casa-Museo León y Castillo, centro cultural y museístico y situada en el conjunto histórico-artístico de San Juan y San Francisco de la ciudad de Telde, fue creada en 1954 por el Cabildo Insular de Gran Canaria, como homenaje a Fernando de León y Castillo, I Marqués del Muni, y a su hermano Juan, ingeniero del proyecto del Puerto de La Luz.

Ocupa el Museo la casa natal de Fernando de León y Castillo, así como el edificio colindante, lugar donde naciera y viviera el poeta y dramaturgo teldense Montiano Placeres Torón.

Los edificios que sirven de sede a esta institución se desarrollan a partir de patios centrales, en donde galerías abalconadas sirven de distribuidores y conectores de las diferentes dependencias. Una cocina, bello ejemplo del siglo XIX, arcos de cantería gris basáltica y una fachada con algunos ejemplos del arte gótico insular, hacen de esta Casa-Museo, una de las construcciones más destacadas del Conjunto Histórico-Artístico de la zona fundacional de la ciudad de Telde.


Legados
Juan de León y Castillo, planos y otros documentos afines.

Fernando de León y Castillo, epistolario, documentos diplomáticos.

Familia de los Sres. Marqueses del Muni, epistolario general, epistolario con la Familia Real Española, otros documentos.

Julián Torón Navarro, epistolario, borradores de su obra en verso y prosa.

José Arencibia Gil, documentos, manuscritos, dibujos y obra pictórica.

Familia Calzada Fiol, epistolario.

Montiano Placeres Torón, epistolario, biblioteca, borradores en verso y prosa.

Alejandro Dávila León, documentos varios del Colegio Labor.

Francisco Rodríguez Batllori, epistolario.

Presentación Suárez de la Vega, colección de fotografías, postales, tarjetas y cartas autógrafas.

Manuel Rivero Sánchez, epistolario de la Guerra Civil española (1936-1939).

Casa Ruiz de Vergara, documentos contables y otros (siglos XVIII y XIX)

Fondos artísticos y Museográficos
Colección Documental de los siglos XVIII al XX

Colección Cartográfica (Europa, Canarias, África, Caribe y Filipinas)

Colección Fotográfica

Colección de Grabados y Aguafuertes

Colección Bibliográfica (libros antiguos, raros y curiosos, siglos XVII-XX)

Colección de Porcelana y Cristal (vajilla y cristalería de principios del siglo XX)

Colección de Armas (espadas, dagas, machetes, escopetas, trabucos y pistolones)

Colección de Medallas Conmemorativas

Colección de Condecoraciones

Colección de Relojes (relojes de bolsillo y de sobremesas)

Colección de Cámaras Fotográficas

Colección de Instrumentos Musicales (S. XIX y XX)

Colección de Textiles (siglo XIX)

Colección de Bastones (siglo XIX y XX)

Colección de Esculturas (siglo XIX y XX)

Colección de Pintura (siglo XVI al XX)

Colección de Eboraria (piezas en marfil de los siglos XIX y XX)

Colección de Óptica (siglos XIX y XX)

Colección de Cordobanes (diferentes modelos de carteras de los siglos XIX y XX)

Colección de Pitilleras y Pureras (siglos XIX y XX)

Colección de Objetos suntuarios (siglos XIX y XX)

Colección de Alfarería Popular Canarias (alto valor etnográfico)

Donaciones y depósitos
Las colecciones de la Casa Museo se deben a donaciones realizadas en diferentes épocas por la Casa Marquesal del Muni, así como de particulares, tales como: Dª Rosa Betencort , viuda de Arencibia Gil e hijos, Dª Ana Castro de Castro, D. Justiniano Rodríguez Guerra, D. José Luis González Pérez.


La Casa de Colón


La Casa de Colón inicia su andadura como institución cultural en la década de 1950. Desde el comienzo, centrará sus objetivos en la investigación y difusión de la historia de Canarias y de sus relaciones con América.
La anexión del Archipiélago Canario a la Corona de Castilla, la recalada de Cristóbal Colón en Gran Canaria, la América precolombina, o la imagen del Mundo a través de los avances cartográficos, son algunos de los contenidos confrontados en trece salas de exposición permanente, una biblioteca y un centro de estudios especializado.
El edificio, enclavado en el casco histórico de Vegueta, se configura a partir de la integración de varias viviendas, ocupando actualmente toda la manzana. Este emplazamiento fue elegido por formar parte de la antigua Casa del Gobernador, lugar probablemente visitado por Cristóbal Colón durante el Primer Viaje en 1492.



La Casa de Colón es un museo de historia, que se apoya en una Colección de gran heterogeneidad, donde se agrupan objetos de diversas culturas y latitudes, así como de diferentes cronologías, soportes, estéticas e incluso funciones.
La diversidad de los materiales custodiados va desde la arqueología precolombina a la pintura flamenca europea, pasando por piezas pictóricas del barroco americano o de las estéticas del siglo XIX en Canarias.
Así mismo el Museo, posee una nutrida colección cartográfica del Archipiélago Canario, que junto a los facsímiles de mapas vinculados al proceso de conquista y colonización de América, ayudan a comprender el cambio en la concepción del mundo. Cristóbal Colón es solo el inicio, tras él, nuevas tierras, océanos, razas, riquezas y alimentos se muestran ante los europeos.
Explicar la evolución del imaginario terrestre desde la concepción de un océano Atlántico que bañaba las costas de Japón, hasta el descubrimiento de América y del Pacífico, es mucho más que Geografía. Todo ello es además la cerámica azteca que viera Hernán Cortés, es la pintura flamenca que con el comercio del azúcar llegaba a Canarias, es durante el siglo XVII el comercio y la emigración canaria a América y es además el barroco cuzqueño, todo ello se inició con el Viaje de Colón en 1492, pero el final continúa sin ser escrito.

La Historia abordada en la Casa de Colón se inicia con la expansión atlántica que durante buena parte del siglo XV, las coronas de Castilla y Portugal habían iniciado. En este entorno geopolítico se enclava el archipiélago canario, de ahí el interés de su conquista por parte de la corona de Castilla, una muestra de ello es la fundación por Juan Rejón en 1478, del Real de Las Palmas, germen de la actual ciudad.
Continuando con las áreas temáticas, serán los paneles explicativos, obras, objetos y maquetas los que permitan contextualizar la estratégica ubicación geográfica de la isla de Gran Canaria. A continuación los Viajes de Colón, y concretamente su paso por la Isla en 1492, dan inicio de lo que en el futuro será el continuo trasiego de bienes y personas, desde los puertos canarios a América.
El área siguiente nos acerca a los avances en cartografía, instrumentos náuticos y embarcaciones que hicieron posible la travesía atlántica.
Con la llegada de Colón a tierras Caribeñas, nos adentramos en las culturas de la América prehispánica, serán otros como Pizarro, Cortes o Magallanes los que amplíen los horizontes y conozcan las riquezas que el destino negó al Almirante de la Mar Océana.
Conforme avanza la conquista y colonización de América se incrementan las relaciones canario-americanas entendibles a través de los paneles que nos muestran la emigración y las fundaciones de canarios en América.
Concluimos el recorrido por las salas de pintura que nos muestran la plástica imperante en Europa y América durante los siglos de la Conquista y Colonización, desde el flamenco que llega a Canarias hasta la exportación de iconografías cristianas reinterpretadas a la luz de la mirada americana, para concluir en una sala destinada a la pintura realizada en Canarias durante el siglo XIX.
Fuente: La Casa de Colón

martes, septiembre 15, 2009

César Manrique Cabrera


César Manrique Cabrera nació el 24 de Abril de 1919 en Puerto Naos, barrio de Arrecife (Lanzarote), hijo de Francisca y Gumersindo. De padre representante de comercio, en el ramo de la alimentación, y abuelo notario. César precedió solo algunos minutos a su hermana gemela Amparo. Tenía otra hermana y hermano, todos los cuales aún viven. Don Gumersindo procedía de una buena familia de Fuerteventura y emigró a Lanzarote.
Los Manrique constituían una familia típica de clase media insular, sin agobios económicos. En el año 1934, su padre compró un solar en Caleta de Famara y construyó una casa junto al mar. Esta casa marcó mucho en su vida, rememorando con fruición: " La alegría más grande que tengo es la de recordar una infancia feliz, veraneos de cinco meses en La Caleta y en la playa de Famara, con sus ocho kilómetros de arena fina y limpia, enmarcada por unos riscos de más de cuatrocientos metros de altura que se reflejan en una playa como un espejo. Esa imágen la tengo grabada en mi alma como algo de una belleza extraordinaria que no podré borrar en mi vida. ".



Participó en la Guerra Civil española como voluntario del lado franquista. Su experiencia de la guerra fue atroz, y nunca quiso hablar de ella. En el verano de 1939, una vez concluída la guerra, César regresó a Arrecife. Llegó vistiendo aún el uniforme militar. Tras besar a su madre y a sus hermanos, subió a la azotea de la casa, se desnudo, pisoteó con rabia la ropa, la roció con petróleo y le prendió fuego.

Terminada la Guerra Civil , ingresó en la Universidad de La Laguna para estudiar Arquitectura Técnica, que a los dos años abandonaría. En 1945 se traslada a Madrid para entrar becado en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde se graduaría como profesor de arte y pintura.

En otoño de 1964, siguiendo los consejos de su primo Dr. Manuel Manrique Psicólogo y escritor en Nerw York, marchó a esta ciudad, donde estuvo hasta verano de 1966. Se hospedó al llegar en casa de Waldo Diaz-Balart, pintor de origen cubano, en el lower East side, vecindario de artistas, periodistas y bohemios, de esa época. Gracias a su primo Manuel, consiguió una generosa beca en el Institute of International Education que patocinaba Nelson Rockefeller. Ello le permitió alquilar su propio estudio y empezar a pintar una amplia obra que fué exhibida con éxito en la prestigiosa Galería en New York "Catherine Viviano".
Estando en New York, escribía a su amigo Pepe Dámaso "(...) más que nunca siento verdadera nostalgia por lo verdadero de las cosas. Por la pureza de las gentes. Por la desnudez de mi paisaje y por mis amigos (...) Mi última conclusión es que el HOMBRE en N.Y. es como una rata. El hombre no fué creado para esta artificialidad. Hay una imperiosa necesidad de volver a la tierra. Palparla, olerla. Esto es lo que siento." Comenzó a sentir nostalgia de Lanzarote.

" Cuando regresé de New York, vine con la intención de convertir mi isla natal en uno de los lugares más hermosos del planeta, dadas las infinitas posibilidades que Lanzarote ofrecía ".

Y esta es realidad actual: Es imposible imaginarse Lanzarote tal y como es hoy sin César Manrique. Era pintor, escultor, arquitecto, ecologista, conservador de monumentos, consejero de construcción, planeador de complejos urbanísticos, configurador de paisajes y jardines.

Quienes conocían a Manrique sólo superficialmente ignoraban la carga de puritanismo que ordenaba su conducta. Manrique fue realmente un hombre frugal; no bebía alcohol, no fumaba ni permitía fumar junto a él,se acostaba regularmente muy temprano, y madrugaba, comenzando muy pronto su trabajo en el estudio.

Falleció a los 73 años en un trágico accidente de tráfico, el 25 de Septiembre de 1992, al lado de la Fundación, cerca de Arrecife. Las paradojas del destino determinaron que encontrara la muerte en un accidente automovilístico, cuando él detestaba la masificación de los vehículos.
Fuente: Cesar Manrique

Alfredo Kraus Trujillo




ALFREDO JOSÉ KRAUS TRUJILLO nació el 24 de Noviembre de 1927 en la isla de Gran Canaria (España), hijo de un austríaco vienés, Otto Kraus Polensky y de una grancanaria (Las Palmas de Gran Canaria), Josefa Trujillo Mújica.

Al tiempo que iniciaba sus estudios primarios en el Colegio Corazón de María de Las Palmas, comenzó a formar parte del coro infantil del citado centro educativo. Años más tarde alternó sus estudios superiores para obtener la graduación en Ingeniería Técnica Industrial con una completa preparación musical (lenguaje musical, piano y canto). Alfredo Kraus fue, además, un gran aficionado al deporte, especialmente a la natación, práctica que mantuvo durante toda su vida.

Sus estudios de canto comenzaron en su ciudad natal (Las Palmas de Gran Canaria) de la mano de Dª María Suárez Fiol. En Barcelona amplió estudios con la señora Gabi Marcoff. Seguidamente, en Valencia, con el Maestro Andrés y finalmente en 1955 estudiará en Milán con la prestigiosa cantante española Merecedes Llopart.

El 17 de enero de 1956 Kraus hace su debut en el Teatro Real del Cairo, con las representaciones de Rigoletto y Tosca. El 7 de octubre del mismo año contraerá matrimonio con Rosa Blanca Ley Bird, de cuya unión nacerán cuatro hijos: Rosa María, Alfredo, Patricia y Laura.




Con justicia puede decirse que fue a partir de este debut en El Cairo que Alfredo Kraus comenzó una carrera imparable que le convirtió en el mejor tenor lírico del mundo, dentro de su tesitura y de su selectivo repertorio italiano, francés y español, elegido con cuidadosa atención. Kraus ha sido indiscutiblemente considerado como el gran belcantista de su generación.

Cuando sus compromisos artísticos se lo permitían, el cantante impartió numerosas clases magistrales a lo largo de todo el mundo. Bajo su dirección dio comienzo la Cátedra de Canto de la Escuela de Música Reina Sofía de Madrid, que lleva hoy su nombre. También llevan su nombre la Cátedra de Canto del Conservatorio Superior del Liceo de Barcelona, así como el Aula de Música de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

Entre los títulos más representativos de la carrera del tenor Alfredo Kraus podemos destacar La Traviata, I Puritani, La Favorita, Lucía de Lammermoor, Rigoletto, Don Pascuale, La Sonámbula, Lucrecia Borgia, L’Elisir D’Amore, Les Pecheurs de Perles, Manon, Les Contes de’Hoffmann, Romeo et Juliette, La Fille du Règiment, Werther, Fausto, Marina o Doña Francisquita.

Así mismo, el tenor español fue protagonista de dos largometrajes: Gayarre, dedicado a la vida del célebre tenor navarro Julián Gayarre, y el film titulado El Vagabundo y la Estrella. Entre las muchas distinciones y premios de las que fue objeto, se encuentran:

Gran Cruz de la Orden de Alfonso X El Sabio - Encomienda de número de la Orden de Isabel La Católica - Medalla de Oro de la Bellas Artes - Comendatore de la República Italiana - Verdi de Oro de Parma - Premio Metropolitan Opera House de Nueva Cork - Bellini de Oro de Catania - Comendadeur de L’Ordre des Arts et des Lettres de Francia - Premio Canarias de la Bellas Artes - Premio de la Academia Francesa del Disco- Medalla de Oro del Gran Teatro del Liceo de Barcelona- Premio Unico Tito Schipa de Leche (Italia) - Fiorino de Oro de Florencia - Kammersänger de Viena - Premio Enrico Caruso de Italia - Chavalier del’Ordre National de la Legión d’Honneur de la República Francesa - Premio Príncipe de Asturias de las Bellas Artes (España) - Medalla de la Royal Opera House de Londres - Miembro de Honor de la Opera del Estado de Austria - Medalla de la Gran Orden del Mérito Militar con Distintivo Blanco (concedida por SS.MM. el Rey Don Juan Carlos I de España) - Gran Cruz de Honor de las Ciencias y las Artes de Austria - Premio Donizzetti de Bérgamo.

Además, el cantante lírico fue distinguido con diversos títulos Académicos y Universitarios, entre los cuales están el Sigillo Mágnum de la Universidad de Bologna (Italia)- Doctor Honoris Causa por la Universidad de la Laguna- Doctor Honoris Causa por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria- Director de la Cátedra de Canto de la Escuela Superior de Música Reina Sofía de Madrid (actualmente este Magisterio lleva el nombre del tenor).

Como honor inédito en la historia de un artista en activo el Auditorio de Las Palmas de Gran Canaria obtuvo el nombre Alfredo Kraus. Precisamente en este auditorio fue donde Kraus ofreció sus dos últimos conciertos los días 17 y 21 de marzo de 1999, invitado por Los Amigos Canarios de la Opera de Las Palmas de Gran Canaria. Quiso el destino que su carrera terminase donde había comenzado, en su tierra natal.

Tras el fallecimiento de Alfredo Kraus se rindieron numerosos homenajes a su persona. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, por suscripción popular, erigió un monumento a su memoria: una estatua de cuatro metros realizada por el escultor Víctor Ochoa levantada en Los Jardines del Atlántico, situados justamente en el conjunto arquitectónico que rodea el Auditorio Alfredo Kraus. El prestigioso Festival de Opera de Las Palmas de Gran Canaria ha pasado a denominarse Festival Alfredo Kraus. La Federación Canaria de Natación ha creado el Memorial Alfredo Kraus dada la afición del tenor a esta disciplina deportiva. El Gran Teatro del Liceo de Barcelona y la Fundación Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria rindieron homenaje a su memoria con la celebración de varios conciertos en los que participaron alumnos de la Cátedra de Canto Alfredo Kraus de Madrid. Así mismo, el Teatro Real de Madrid y el Palau de Valencia, ofrecieron sendos conciertos homenaje al cantante. El Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales, ha dedicado una placa conmemorativa al tenor por haber sido alumno suyo. En España, como en distintas partes de Europa y América, han surgido diferentes Asociaciones de Amigos de Alfredo Kraus que mantienen vivo el recuerdo y la admiración por la figura artística y humana de este intérprete único. Para conservar su legado cultural se ha creado la Fundación Internacional Alfredo Kraus.

Benito Pérez Galdós


Novelista y dramaturgo español, uno de los escritores más representativos del siglo XIX, junto con Clarín y Emilia Pardo Bazán. Nació en Las Palmas (Islas Canarias) en 1843, el décimo hijo de un coronel del Ejército. Fue un niño reservado, interesado por la pintura, la música y los libros. La llegada a Las Palmas de una prima le trastornó emocionalmente y sus padres decidieron que fuera a Madrid a estudiar Derecho, en 1862. En esta ciudad entra en contacto con el krausismo por medio de Francisco Giner de los Ríos, el cual le anima a escribir y le presenta en la redacción de algunas revistas.

Se transforma en un madrileño que frecuenta tertulias literarias en los cafés, que asiste puntualmente al Ateneo madrileño, que recorre incesantemente la ciudad y se interesa por los problemas políticos y sociales del momento: se define a sí mismo como progresista y anticlerical. En 1868 viaja a París y descubre a los grandes novelistas franceses. A su regreso traduce a Dickens, escribe teatro y, por fin, en 1870 se decide a publicar su primera novela, La Fontana de oro, con el dinero que le da una tía, ya que en esa época las novelas o se publicaban por entregas en publicaciones periódicas, revistas y periódicos, o corrían a costa del autor; la obra era todavía romántica pero en ella ya empezaban a verse sus ideas radicales que aflorarán en el decenio siguiente. En estos años comienza a escribir los Episodios nacionales, en la década de 1880, su época de máxima creación.
También en estos años se compromete activamente en política, ya que de 1886 a 1890 es diputado por el partido de Sagasta, aunque nunca pronunció un discurso. .



A pesar de la oposición ultracatólica que no le perdonó haber escrito Doña Perfecta (1876), un panfleto anticlerical, fue elegido miembro de la Real Academia Española. La obra de Galdós se caracteriza por su marcado y nítido realismo. Él es un gran observador con toques geniales de intuición que le permiten reflejar tanto las atmósferas de los ambientes y las situaciones que describe como los retratos de lugares y de personajes. Se sirve del lenguaje para identificar a sus personajes y esto ha hecho que muchas veces se le acuse de lo que no es: usa un lenguaje ramplón cuando describe o habla un personaje ramplón. Galdós dividió su obra en "Episodios nacionales", "Novelas españolas de la primera época" y "Novelas españolas contemporáneas". Además hay que considerar su teatro

Hasta 1880 son unas novelas de tesis, maniqueas, donde los buenos son personajes modernos, abiertos, liberales y progresistas, y los malos, conservadores, tradicionalistas, fanáticos religiosos e intransigentes. Obras simplistas llenas de ardor juvenil. Entre éstas destacan Doña Perfecta (1876), Gloria (1877) y La familia de León Roch (1878). En Doña Perfecta cargó las tintas en el anticlericalismo y en el enfrentamiento entre progreso y tradición; en Gloria repartió por igual la intransigencia religiosa entre judíos y católicos, y en La familia de León Roch entre católicos y liberales. Desde 1873 a 1912, Pérez Galdós se propuso el ambicioso proyecto de contar la historia novelada de la España del siglo XIX, es decir, desde 1807 hasta la Restauración, con la intención de analizar el protagonismo de las fuerzas conservadoras y de progreso en España.

Son 46 novelas distribuidas en cinco series de diez obras cada una, excepto la última que quedó interrumpida y sólo tiene seis.

Obras corales, épicas, que cubren la anécdota del protagonista individual. Muy lejos de la novela histórica del romanticismo, Galdós se documenta con rigor y hasta donde puede de los hechos históricos y los comentarios están narrados con gran objetividad. Las dos primeras series (1873-1879) cubren la guerra de Independencia y el reinado de Fernando VII. En ellas el autor manifiesta un cierto optimismo en una evolución lenta pero segura hacia el progreso. Entre las obras más celebradas de estas series se encuentran Trafalgar, Bailén, Napoleón en Chamartín o La familia de Carlos IV. En 1898, retomó de nuevo las series, en las que trabajó hasta 1912.
Cubre desde las Guerras Carlistas hasta la Restauración. El optimismo galdosiano se ha apagado y ahora aparece la visión amarga de la España profunda dividida y enfrentada en guerras fratricidas; ante esta convicción el autor busca una salida en el ideal de "la distribución equitativa del bienestar humano" resultado de su izquierdismo político. Algunas de las obras de este periodo son Zumalacárregui, Mendizábal, De Oñate a La Granja, Amadeo I o el último episodio, Cánovas.

A partir de 1881 son más de veinte y casi todas se desarrollan en Madrid. En estas obras el autor ya no utiliza planteamientos maniqueos religiosos o políticos para valorar las conductas de sus personajes, y con plena libertad analiza sus sentimientos, deseos y frustraciones. Lo que surge es un conjunto impresionante de mezquinos, bondadosos, burgueses adinerados, nobles arruinados, desheredados, grandezas y miserias de gentes que viven para aparentar. Galdós consigue captar esta pluralidad social y vital con técnicas narrativas nuevas sirviéndose tanto del monólogo interior, como del estilo indirecto o del personaje narrador —que ya había utilizado en los primeros Episodios Nacionales—.

Ahora el autor presenta y el lector juzga. La primera de estas novelas es La desheredada (1881), obra naturalista en la que la protagonista, una muchacha loca que está en el manicomio de Leganés (Madrid), se cree descendiente de un aristócrata y acaba en la prostitución; El amigo Manso (1883), obra que ya anuncia las "nivolas" de Miguel de Unamuno, plantea el contraste entre un profesor krausista y su superficial y taimado alumno; en Tormento (1884) la protagonista es engañada y seducida por un sacerdote disoluto y la recoge un indiano enriquecido aunque no se casa con ella; en Miau (1888) describe las penalidades de un cesante progresista durante un gobierno conservador, y el infierno de la burocracia; la usura aparece tratada en Torquemada en la hoguera (1889) en la que se narra la ascensión social de un usurero que acaba convertido en senador; el tema ético y religioso se aborda en Nazarín (1895), que Luis Buñuel llevó a la pantalla, como también hizo con otra novela de Galdós, Tristana en la que se ve a un sacerdote perder la fe porque su pureza evangélica no es comprendida ni aceptada por un mundo mezquino; Misericordia (1897) está considerada como una de sus obras maestras y en ella retrata a la dulce Benina que mendiga para llevar dinero a la casa en la que trabaja de criada sin cobrar y en la que aparece el retablo más descarnado de la miseria madrileña. Entre todas estas obras destaca Fortunata y Jacinta (1887) el mural más extraordinario sobre la historia y la sociedad madrileña de la época y una de las mejores novelas de la literatura española. El paso de los años le daban brío y en 1892 se entregó a la reforma del teatro nacional. El estreno de Electra (1901) supuso un acontecimiento nacional: al acabar la representación los jóvenes modernistas acompañaron al autor hasta su casa en olor de multitud.

En 1907 volvió al Congreso, como republicano, y en 1909 con Pablo Iglesias, fue jefe titular de la "conjunción republicano-socialista". Su izquierdismo fue el causante de que no se le otorgara el Premio Nobel. En 1920 murió ciego y pobre en Madrid, su ciudad de adopción.

Misericordia (fragmento)

" Tenía la Benina voz dulce, modos hasta cierto punto finos y de buena educación, y su rostro moreno no carecía de cierta gracia interesante que, manoseada ya por la vejez, era una gracia borrosa y apenas perceptible. Más de la mitad de la dentadura conservaba. Sus ojos, grandes y oscuros, apenas tenían el ribete rojo que imponen la edad y los fríos matinales. Su nariz destilaba menos que las de sus compañeras de oficio, y sus dedos, rugosos y de abultadas coyunturas, no terminaban en uñas de cernícalo. Eran sus manos como de lavandera y aún conservaban hábitos de aseo. Usaba una venda negra bien ceñida sobre la frente; sobre ella, pañuelo negro, y negros el manto y vestido, algo mejor apañaditos que los de las otras ancianas. Con este pergeño y la expresión sentimental y dulce de su rostro, todavía bien compuesta de líneas, parecía una Santa Rita de Casia que andaba por el mundo en penitencia. Le faltaban sólo el crucifijo y la llaga en la frente, si bien podía creerse que hacía las veces de ésta el lobanillo del tamaño de un garbanzo, redondo, cárdeno, situado como a media pulgada más arriba del entrecejo. "
Fuente: El poder de la Palabra

domingo, septiembre 13, 2009

Jardín Botánico Canario Viera y Clavijo



Ubicado en LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, se encuentra a la altura del Km. 7 de la carretera del centro entre los barrios de Tafira Baja y Tafira Alta, y pertenece al Cabildo de Gran Canaria.


Las actividades principales de este Jardín Botánico están orientadas al conocimiento científico de la diversidad florística exclusiva del Archipiélago Canario en particular y de la Región Macaronésica en general, y a su divulgación mediante los programas de educación ambiental.

El Jardín, que es el mas grande de España, con más de 27 hectáreas se ha convertido a través de los años en un modelo para la CONSERVACIÓN de la flora endémica local.

El Jardín Botánico Canario tiene sus comienzos a principios de la década de los años cincuenta cuando el botánico sueco Eric Ragnor Sventenius (1910-1973), que ya llevaba varios años residiendo en las Islas, propone su construcción al entonces Presidente del Cabildo de Gran Canaria, Don Matías Vega Guerra, con la idea de recopilar en un lugar de la Isla toda la riqueza botánica del Archipiélago. Don Matías hace este sueño realidad en 1952.

Una vez seleccionado el lugar en una zona del Barranco Guiniguada rodeado de colinas a 7 kilómetros de Las Palmas de Gran Canaria, comienzan los trabajos de construcción de los diferentes hábitats presentes en las Islas. El Jardín es abierto al publico en 1959, un lugar en donde Sventenius pasó el resto de su existencia, hasta que un fatal accidente de tráfico acaba con su vida en 1973, logrando que el Jardín Canario fuera un magnífico Jardín público con unos paisajes sorprendentes.

Se le llamó Jardín Botánico "Viera y Clavijo" para honrar al naturalista canario del siglo XVIII, amigo del eminente botánico Cavanilles, el botánico español más importante de la época y pionero de las Ciencias de la Naturaleza en el archipiélago. Don José de Viera y Clavijo escribió el primer diccionario de Historia Natural de las Islas Canarias y fue la primera persona que sugirió la posibilidad de un Jardín Botánico específico dedicado a la flora Canaria.

En agosto de 1974, comienza una segunda etapa con el nombramiento del Dr. David Bramwell como segundo director del Jardín. Es en esta nueva fase cuando el Botánico comienza a consolidarse como un centro de conservación e investigación, con la construcción de nuevos laboratorios, un herbario y una biblioteca, así como de un vivero en donde mantener las colecciones de planta viva.

El Jardín Canario cumplió en el año 2002 su 50 Aniversario. Durante las dos últimas décadas el Jardín se ha convertido en un lugar de gran importancia para reuniones internacionales y congresos, así como en un Centro de Investigación de flora de las Islas y de Conservación de las especies vegetales en peligro, y como un modelo para la educación ambiental y la conservación de la flora endémica local.

En los últimos años el personal del Jardín y colaboradores han descubierto y clasificado un gran número de nuevas especies de plantas, en especial de Gran Canaria, que ha significado una gran contribución a nuestro conocimiento de la biodiversidad y a la del patrimonio natural de nuestro planeta.

En el se encuentran representadas todas las zonas de vegetación de las islas, excepto la alta montaña, con una representacion floristica de cada una de ellas, que suponen la mayoria de las especies en peligro de extinción de las casi 600 endemismos del archipiélago.

Partiendo de esta colección de plantas vivas, se desarrollan diferentes lineas de investigación, orientadas al conocimiento científico de la diversidad floristica exclusiva del archipiélago (palinología, citogenética, corología, cultivos "in vitro", banco de germoplasma, biologia reproductiva, biologia molecular, etc). Los trabajos de investigación se publican en la revista Botánica Macaronésica ( Bot. Macaronésica), que edita el Centro.

El Jardín se encuentra abierto al público todos los dias de 9 a 18 horas.


domingo, septiembre 06, 2009

Especial Virgen del Pino

Nuestra Señora del Pino es una de las advocaciones marianas que representan a la Virgen María. Esta imagen corresponde a la patrona de la isla de Gran Canaria, de la Diócesis de Canarias y del Obispado de Canarias (provincia de Las Palmas, Islas Canarias). Está situada en el camarín de la Basílica de Nuestra Señora del Pino1 en el municipio de Teror, en la isla de Gran Canaria, España. La virgen grancanaria, coronada canónicamente en 1905 y en 1914 fue declarada patrona de la Diócesis de Canarias por el Papa Pío X.

Pincha encima de cada título para desplegar la información

Natividad de la virgen Maria ▼
Aparición ▼

Basílica y Patronazgo ▼

El Pino de las maravillas ▼

Talla de la Virgen ▼

Historia ▼

Coronación Canónica y Pontificia ▼

Festividad ▼

Himnos a la Virgen del Pino ▼

Honores Militares ▼

Peregrinaciones ▼

Devoción ▼

Otras Representaciones de nuestra Virgen ▼