En los libros de Historia, Canarias siempre ha sido mencionada como el lugar donde se planificó el ataque contra la Segunda República y desde el que partió Franco hacia Marruecos y posteriormente a la Península. Sin embargo, no sólo fue el lugar de paso de los Falangistas. Las acciones represivas alcanzaron en las islas un gran despliegue que contribuyó a crear un clima de miedo y terror generalizado en la población.
Es aquí donde entra en escena La Sima de Jinámar, un profundo tubo volcánico situado en el municipio de Telde, en la isla de Gran Canaria.
La historia que se escribió en este lugar durante la Guerra Civil y posteriormente en la dictadura Franquista es desgarradora. A través de él fueron arrojados tanto vivos, como muertos, un número de personas que aún hoy es incalculable.
Entre la población de la isla de Gran Canaria, existe infinidad de relatos de gente, que cuentan como sus seres queridos fueron desapareciendo durante los años de la represión Franquista. El relato que cuenta Pedro Guerra en su vídeo se refiere al luchador grancanario José Santana Florido, una de las muchas personas que allí perecieron.
Con el temor a una investigación de los hechos por parte de los Aliados en una hipotética victoria en la Segunda Guerra Mundial, las autoridades franquistas de Gran Canaria comenzaron a utilizar la Sima de Jinámar como vertedero municipal, donde se llegaron a verter miles de toneladas de basura y escombros. Incluso se llegó a dinamitar su interior. Lo mismo ha sucedido en otros tantos lugares de exterminio franquista.
La Sima de Jinámar y la Marfea son lugares destacados de nuestra memoria reciente. Sin embargo, la Sima se encuentra en el abandono más absoluto, y con varias amenazas ambientales muy próximas, pese a su condición de Bien de Interés Cultural con la categoría de Sitio Histórico. La Marfea, por su parte, corre el riesgo de ser olvidada socialmente y fagocitada materialmente por la expansión de la vía de acceso a Las Palmas de Gran Canaria por el Sur.
La sima de Jinámar:
Es aquí donde entra en escena La Sima de Jinámar, un profundo tubo volcánico situado en el municipio de Telde, en la isla de Gran Canaria.
La historia que se escribió en este lugar durante la Guerra Civil y posteriormente en la dictadura Franquista es desgarradora. A través de él fueron arrojados tanto vivos, como muertos, un número de personas que aún hoy es incalculable.
Entre la población de la isla de Gran Canaria, existe infinidad de relatos de gente, que cuentan como sus seres queridos fueron desapareciendo durante los años de la represión Franquista. El relato que cuenta Pedro Guerra en su vídeo se refiere al luchador grancanario José Santana Florido, una de las muchas personas que allí perecieron.
Con el temor a una investigación de los hechos por parte de los Aliados en una hipotética victoria en la Segunda Guerra Mundial, las autoridades franquistas de Gran Canaria comenzaron a utilizar la Sima de Jinámar como vertedero municipal, donde se llegaron a verter miles de toneladas de basura y escombros. Incluso se llegó a dinamitar su interior. Lo mismo ha sucedido en otros tantos lugares de exterminio franquista.
La Sima de Jinámar y la Marfea son lugares destacados de nuestra memoria reciente. Sin embargo, la Sima se encuentra en el abandono más absoluto, y con varias amenazas ambientales muy próximas, pese a su condición de Bien de Interés Cultural con la categoría de Sitio Histórico. La Marfea, por su parte, corre el riesgo de ser olvidada socialmente y fagocitada materialmente por la expansión de la vía de acceso a Las Palmas de Gran Canaria por el Sur.
La sima de Jinámar:
Forma parte de la Historia de Canarias como escenario de hechos singulares. Integra nuestra cultura, es parte de nuestra Memoria Colectiva.
Está relacionada con la presencia de misioneros mallorquines que coexistieron con los aborígenes de Telde, induciendo su evangelización
Tiene que ver con el proceso de desarticulación de la sociedad aborigen y la incorporación de Gran Canaria a la sociedad europea del Renacimiento.
Para el mundo prehispánico es un elemento volcánico con significado en su “visión del mundo” (cosmogonía) como “canales de comunicación con espíritus negativos”
Simboliza, primero, la liberalización de los “extranjeros” (mallorquines despeñados por la sima) y en el siglo XX se convierte en símbolo de la represión fascista.
Muchas personas sienten una vinculación personal con la sima, bien directa, por haber sido protagonistas de la etapa de represión franquista, bien indirecta, por herencia de una tradición familiar que ha pasado viva a las generaciones posteriores.
Mas información en: LaSima de Jinamar ó Me llamo Adrián.Com
Está relacionada con la presencia de misioneros mallorquines que coexistieron con los aborígenes de Telde, induciendo su evangelización
Tiene que ver con el proceso de desarticulación de la sociedad aborigen y la incorporación de Gran Canaria a la sociedad europea del Renacimiento.
Para el mundo prehispánico es un elemento volcánico con significado en su “visión del mundo” (cosmogonía) como “canales de comunicación con espíritus negativos”
Simboliza, primero, la liberalización de los “extranjeros” (mallorquines despeñados por la sima) y en el siglo XX se convierte en símbolo de la represión fascista.
Muchas personas sienten una vinculación personal con la sima, bien directa, por haber sido protagonistas de la etapa de represión franquista, bien indirecta, por herencia de una tradición familiar que ha pasado viva a las generaciones posteriores.
Mas información en: LaSima de Jinamar ó Me llamo Adrián.Com